La Orquestra Supramúsica de Vila-real, bajo la experta dirección de Carles Ramon Segarra, con motivo de su 25 aniversario, ha ofrecido en el Auditori Municipal un concierto con tres obras de Rafael Beltrán Moner: ‘Allò que roman’, ‘Dansa d’amor del colibrí’ (estreno absoluto), con dos flautas solistas, Elisa Ortells y Natalia Lapuerta, y la ‘Sinfonía popular’ en su versión orquestal. Todo ello dentro del decretado ‘Año Rafael Beltrán’, que sirve de merecido homenaje tributado a tan insigne compositor, hijo predilecto y medalla de honor de la ciudad.
La primera obra ejecutada es una música folclórica, expresión de los sentimientos del pueblo, de su ciudad natal, un recuerdo que permanece en la tradición. La segunda, ‘Dansa d’armor del colibrí’, muestra las evoluciones de una pareja de colibrís en unas evoluciones de cortejo, graciosamente interpretadas por las dos flautas y la orquesta.
Mención aparte merece la última obra, ‘Sinfonía popular’, con la que se inauguró en su día el Auditori y que ahora se ha ofrecido en una rica y acertada versión orquestal. Una composición densa, excelentemente trabajada con rigor e inspiración en la que aparecen y reaparecen temas del folclore vilarealense; un tratamiento de temas que evoca los cantos más antiguos del pueblo con extraordinaria sensibilidad y expresión. Una verdadera obra sinfónica. Todo ello forma parte de un disco que acaba de grabar el Ayuntamiento de Vila-real, primorosamente editado, bajo el título de ‘Evocacions’, que servirá para conocer una parte de la producción del compositor vila-realense.
Al escuchar la evolución de los colibrís (o colibríes, como quiera el lector) recordábamos los efectos imitativos y descriptivos que el compositor ha utilizado en otras obras, con genialidad, como ‘Eixam’ (estrenada en el Palau de la Música de Valencia), ‘Formigues’, ‘Panderola’, ‘Les fábriques’, con sonidos “slaps”, originales “glissandos” o ritmos de “ranita clic-clak”. Se presenta así el autor como un explorador de sonidos y ritmos realmente originales dentro del impresionismo general en el que se enmarca su obra.
Rafael Beltrán Moner, bregado ya en las tareas musicales antes de su incorporación a Televisión Española como montador musical, ha dedicado su vida a la composición, aunque también haya sido profesor en el Instituto Oficial de Radio y Televisión, cuyo libro sobre ambientación musical sigue todavía como referente y guía de expertos en ese campo. Ha intervenido como jurado en distintos concursos y ha obtenido premios como el Internacional de Música Electroacústica de la SGAE en el año 2003 por el ‘Cuarteto 189’, así como homenajes de la Caja Rural de Vila-real por la ‘Missa del Llaurador’ y ‘Bodas de diamante’. Un gran número de sintonías en televisión llevan su nombre en el campo audiovisual en el que ha destacado brillantemente. Y el catálogo de sus composiciones abarca géneros variados de música sinfónica, coral, religiosa, escénica, series cinematográficas, bandas sonoras, misas, piezas de carácter popular, pasodobles, cuartetos, música incidental, etc. O también música pura o absoluta como ‘Cambra vuitena’ de singular belleza. O un drama histórico como ‘Un rei sempre viu’. Emulando a Terencio diríamos que “nada humano le es ajeno”, referido, claro está, al mundo de la música.
Vila-real ha sido agradecida con el autor porque también este ha dedicado parte importante de su composición a la ciudad que le vio nacer y por la que siente un amor especial. Por eso, el actual Auditori será rotulado con su nombre próximamente como justo reconocimiento a su contribución al acervo local.